domingo, 16 de marzo de 2014

CAP.CCCXI.- Abriendo boca de cara a la primavera.


Hemos enganchado unas semanas de sol y de calor, parece que dejemos atrás el invierno; sin despreciar los meses fríos lo cierto es que a medida que se alargan los días y empieza a gobernar el sol parece que el espíritu se venga para arriba.

Creo que he dado con una receta que conecta perfectamente con el espíritu preprimaveral, una caponata siciliana, un guiso de berenjenas al que no le van mal unas tajadas de atún.

Para la caponata se necesitan un par de berenjenas hermosas, tersas y brillantes. Se cortan por la mitad, cada mitad en dos mitades más y los trozos resultantes en tres trozos, conviene dejarlas un rato en agua con un chorro con limón. Se escurren salpimentan antes de sofreírlas.

Se pone aceite de oliva en una sartén, un chorro generoso ya que la berenjena absorbe mucho aceite, se deja calentar a fuego vivo, sin dejar que humee; cuando esté caliente se añaden las berenjenas con una cucharada de orégano seco. Removiendo suavemente se rehogan durante 4 ó 5 minutos.

Cuando la berenjena esté dorada se incorpora al guiso una cebolla de las moradas pelada y picada, dos dientes de ajo pelado y laminado y los tallos picados de un manojo de perejil – las hojas se añaden a parte.

Se dejan cociendo un par de minutos a fuego suave para que la verdura sude bien.

Cuando la cebolla quede trasparente se  ponen una cucharada sopera de alcaparras, otra cucharada sopera de aceitunas verdes o negras sin hueso; si gusta el vinagre se le puede añadir un chorro de aceite aunque para mi gusto los encurtidos tienen ya vinagre suficiente.

Cuando se haya reducido agüilla de los encurtidos y el vinagre se trocean y añaden cinco tomates rojos muy maduros – ahora están bien de precio los cor de bou -; se dejan rehogando durante un cuarto de hora, removiendo con cuidado con un cucharón de madera.

En el momento final, antes de llevar la caponata a la mesa, se pican las hojas de perejil del manojo del que ya hemos usado los tallos, un puñado de almendra picada o laminada y un chorro de aceite crudo.

Al principio pensaba que al plato le iría bien una tajada de atún pero, viendo y oliendo el plato, creo que le pegan mucho más unas anchoas en salazón, anchoas hermosas, de Santoña.

La receta la he tomado prestada de Jamie Oliver.

El cuadro que acompaña a esta entrada es una evocación del que podría ser el taller de Matisse en Colliure, tomada prestada de un blog -  http://elrincondemisdesvarios.blogspot.com.es/2011/10/estudio-de-pintores.html.

1 comentario:

  1. Por los "madriles" también tenemos una preciosa primavera, ya podemos ir arrinconando trapos mi despertar es pensar que "ya queda un día menos para el verano", aquí se rien por las mañanas pues esperando al desayuno ya me dicen mi frase mañanera aunque no me comprenden pero las hace gracia que en lugar de buenos días me repitan mi frase. Ya me he dado mi paseíto por Princesa y vengo renovada. Estupendo plato y preciosísimo cuadro. Jubi

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