No puede decirse que duerma mal, eso sí,
duermo poco. Esta noche a eso de las cuatro de la mañana me he despertado y he
estado dando vueltas un buen rato, he estado a punto de levantarme, aunque en
el último instante, casi cuando estaba dispuesto a poner pie en tierra, me ha
llegado una ola de sueño que me ha permitido dormir hasta las ocho.
Durante el tiempo que he estado despierto,
puede que una hora, le he dado vueltas a todo lo posible y lo imposible, entre
otras cosas he ido dibujando esta entrada, hecha a base de retazos de el
inmediato viaje a Grecia.
Sin quererlo he estado tres veces en Grecia,
con la que empiezo el martes será la cuarta. Siempre que había estado en Grecia
había visto el país como algo ajeno, estaba en un error, Grecia, la Grecia
clásica, lo envuelve todo, casi sin querer. Leyendo el Corazón de Ulises, de
Reverte, me he dado cuenta de cuanto ha influido Grecia en nuestra cultura, en
nuestra manera de ver la realidad y de relacionarnos con ella.
Mis hijos están viendo entusiasmados la Olimpiada
y mientras tanto yo estoy revisando una receta de calamares (cefalópodos,
animales que tienen la cabeza en los pies, esa es la traducción literal del
griego).
Mientras estaba en vela le daba vueltas al
influjo que generalmente tienen las islas en muchas personas, sería interesante
escribir sobre la necesidad de las islas. Entre los libros que me más me han
gustado recuerdo uno de Josep Pla escrito en la década de los años 30 del siglo
pasado dedicado a las islas. Hay en muchas islas un elemento poético que hace
que los que somos un poco hippies quedemos fascinados.
Publicaban estos días los recuerdos de
Leonard Cohen en la isla de Hidra, sus amoríos con Marianne, la mujer que le
inspiró la famosa So Long Marianne (https://www.youtube.com/watch?v=TC5xv3JKy8E),
pone la carne de gallina ver a Cohen con 70 años cumplidos ponerse de casi de
rodillas recordando los años en Hidra. Cuando cumpla 70 años me gustaría
heredar el espíritu de Cohen).
Mientras esperaba el sueño de Ariadna, aquel
que la dejó abandonada en las costas de Naxos, revisaba una receta de calamares
marinados (kalamaria marinata), no recuerdo en España ninguna receta de
calamares marinados. Es sencilla.
Se necesita medio kilo de calamares muy
frescos, limpios. En la receta consultada los cortan en aros, lo creo que queda
mejor si se abre el calamar como un libro y se corta en largas tiras.
Se echan los calamares ya cortados en agua
hirviendo con un poco de sal durante 1 minuto – ya se sabe que el calamar para
que quede tierno necesita o una cocción muy corta o muy larga. Aunque en el
recetario recomiendan tener el calamar 20 minutos hirviendo yo he optado por
darle apenas un escaldado -. Se sacan rápido del agua y se escurren bien antes
de pasarlos a un cuenco.
Ya en el cuenco se le añade primero una
cebolleta cortada en juliana, se revuelve bien con el calamar. Cuando se haya
mezclado bien la cebolleta se le añade perejil fresco cortado muy fino, se
mezcla bien. Después albahaca fresca, repitiendo la operación. También se
mezcla con un poco de orégano. Finalmente, un pimiento rojo picado muy fino.
Mezclado todo se deja reposar unos minutos
antes de añadirle la sal y una pizca de pimienta.
Para el marinado se preparan dos cucharadas
de zumo de limón (el jugo de medio limón), dos cucharadas de vinagre balsámico
y un chorreón generoso de aceite de oliva.
Se cubre el bol con papel film y se deja
marinando por lo menos 12 horas en la nevera.
Se sirve frio sobre un lecho de hojas de
rúcula o de lechuga.
Para adornar el plato el Sueño de Ariadna de
John William Waterhouse. Ariadna ayudó a Teseo a vencer al Minotauro, le dio un
ovillo de hilo que permitió a Teseo salir del laberinto. Ariadna, hija del rey
Minos de Creta, se enamoró de Teseo perdidamente y huyó con él de Creta rumbo a
Atenas. Por el camino Teseo, aprovechando el sueño de Ariadna, la abandonó en
la isla de Naxos, en la que Ariadna despertó un se casó con Dionisos, el dios
de la vendimia y del vino. Dentro de una semana estaré en las playas de Naxos,
quien sabe si al amanecer podré ver como Teseo abandona a su enamorada frente a
la terraza de la casa que hemos alquilado.
Yo también duermo poco. Y además mal.
ResponderEliminarMe encantan los calamares. De todas las formas. Mi madre los hace con cebolla y un poco de vino blanco y están buenísimos.
Buenas vacaciones a todos.
Besos Jubi.
LSC
Rica receta de calamares, aquí los comemos con una frecuencia exagerada pero siempre en aros rebozados y entonces me dedico a quitar el rebozo para que mi colesterol no suba, ya me he hecho experta en quitarle "la camiseta" a los pescados. Hacer muchas fotos de esos lugares griegos, en las películas siempre salen unas cuestas tremendas con unas vistas preciosas. El cuadro es muy bonito, ella en un estupendo diván, en eso no la envidio pues mi sillón es estupendo y mis siestas en él son lo mejor del día.
ResponderEliminarDisfrutar de las vacaciones todos incluida LSC. Besos. Jubi