Si
algo he aprendido durante todos estos años es lo complicado que resulta ser
original, cuando cocino me contento con hacer versiones de platos que he probado
o de recetas que voy recopilando.
Es difícil establecer el límite entre
la versión y la perversión. En la música puede que sea más sencillo. Primero
identifico el original: Frank Sinatra, extraños en la noche (https://www.youtube.com/watch?v=-T-WpMMRrh0).
La versión sería de Julio Iglesias (https://www.youtube.com/watch?v=eqGzqZsZ_i0).
He encontrado una perversión estupenda del Pescadilla (https://www.youtube.com/watch?v=gjrKpnaLy7c).
De las tres opciones yo me quedo con la
del Pescadilla, está claro que si quisiera seducir a alguien lo haría con la
perversión del Pescadilla, no con la receta original o con la versión ortodoxa
y relamida de Iglesias.´
Pervertir tiene su origen en el latín,
pervertere, que significaba volcar, invertir o dar la vuelta.
La vida y la cocina están llenas de
vueltas y de revueltas, de pequeñas o grandes perversiones. Por razones que no
vienen al caso leía hace unos días sobre la leyenda de Leda y el Cisne,
obsesión de Zeus por seducir a jovencitas – con Europa se convirtió en toro,
con Egina prefirió tomar la forma de un Águila, con Día optó por un caballo,
con Leda un cisne -. Puede afirmarse, sin lugar a dudas que Zeus era un perverso
y que para sus tropelías se convertía en distintos animales.
He buscado distintas versiones de los
actos de seducción de Zeus, la que más me ha gustado es la atribuida a Boucher,
un pintor francés del siglo XVIII, plena efervescencia rococó. A Boucher le
atribuyen una evocación del mito de Leda y el Cisne que seguramente no pasaría
los filtros de permisividad del Facebook, por eso dejo el enlace para los más
osados (https://es.pinterest.com/pin/131448882851266755/).
Como no quiero ser expulsado de las redes me contento con reproducir un cuadro
de Boucher también sobre Leda y el Cisne políticamente más correcto.
Toda esta digresión sobre la perversión
tiene que ver con San Fanourios, un santo griego ortodoxo especializado en
ayudar a encontrar objetos perdidos y en predecir el destino de las jóvenes
solteras. San Fanourios se celebra el 27 de agosto, ese día quienes han perdido
algún objeto de valor o las solteras que quieren saber cuál será su futuro le
ofrecen un bizcocho, el bizcocho de San Fanourios.
El pasado domingo para culminar mi gran
comida griega me dispuse a cocinar un bizcocho en honor del santo, ni he
perdido nada ni estoy intrigado por mi futuro, pero me apetecía hacer un dulce
griego que no fuera muy empalagoso.
Esta es la receta del bizcocho, tomada
del recetario de Vefa:
Precalentar
horno 180 c.- Molde con matequilla y harina.
Se
mezcla (175 g de harina pastelera, con levadura, 175 gm de nueces, canela y
clavo. En una batidora se vierte el aceite de oliva (120 ml, puede ser de
girasol), 120 ml de zumo de naranja, 4 cucharadas de brandi. En otro cuenco se
baten los 4 huevos con el azúcar (300 rm de azúcar glasa) hasta tener una masa
ligera y esponjosa.
Se
vierten los ingredientes líquidos en la mezcla de frutos secos y se remueve
bien. Luego se añade la mezcla de huevo de modo esponjoso.
Se
vierte en el molde y se hornea 45 minutos. Se sirve con azúcar glas y frio.
Sobre
esta receta empecé con las versiones hasta convertirla en una perversión.
Empecé
separando las yemas de las claras, puse en el thermomix las claras con una
pizca de limón y otra de sal para levantarlas a punto de nieve.
En
un bol me puse a batir las yemas con el azúcar – 200 gramos en vez de 300 -, lo
batí bien hasta que las yemas empezaron a blanquear.
Añadí
el zumo de naranja y ralladura de la piel de naranja, como no tenía brandy le
añadí un chorrito de amareto. Aceite preferí el de oliva en vez de girasol.
Incorporé
la harina tamizada y seguí batiendo la masa. Después incorporé las claras
levantadas a punto de nieve.
Puse
en un plato sopero 85 gramos de nueces picadas y otros 85 gramos de manzana
pelada y partida en pedacitos.
Mezclé
con cuidado de que la masa no perdiera mucho volumen, luego pasé la mezcla al
molde y lo puse en el horno, 25 minutos en vez de los 45 que indicaba la
receta.
La
receta inicial de San Fanourios se convirtió en un bizcocho esponjoso de nueces
y manzana. El 27 de agosto en el calendario católico es santa Mónica, por lo
que el bizcocho lo hice en honor de santa Mónica.
Si
en música me quedé con el Pescadilla y en pintura con la versión pornógrafa de
Boucher, en pastelería no me quedaba otra opción que pervertir a San Fanourios.
Pues estaría estupendo..:
ResponderEliminar:-D
LSC
Me ha hecho gracia lo de los santos que cada uno es a quién se le pide algo, yo no soy mucho de "eso" pero sí tengo a uno que nunca me falló, "San Expedito", me aprobaban en bachillerato, me encontraba las cosas perdidas y alguna chorrada más. El bizcocho no tiene que estar nada mal, aunque lo mío es lo salado. Jubi
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