EL COCINADOR DESCOCINADO.
Viernes 15 de julio, nueve de la mañana,
tengo la cocina tomada por una brigada de operarios que están terminando de
hacer la cocina de mi casa. Llevamos ya dos semanas de obra para transformar
por completo la cocina.
En el salón de casa tenemos la nevera, la
lavadora, el lavavajillas, los fogones desmontados y el microondas. Los útiles
de cocina, platos y vasos sobre la mesa del comedor. Hay también cajas de galletas
abiertas, botes de colacao, tazones y cucharas para el desayuno de los niños,
que milagrosamente duermen ajenos al jolgorio de serradoras y martillazos,
además los operarios escuchan a todo volumen los 40 Principales.
Todo va según lo previsto y a finales de la
semana que viene habrán terminado la obra principal, luego quedan los
inevitables flecos – han hecho un boquete en la pared que separa el salón de la
cocina, tienen que colocar las baldas de la que será mi biblioteca de cocina,
colocar los rodapiés, elegir las maderas de los sobres que cubren los muebles
de la cocina … En fin, no creo que pueda cocinar aquí ni durante el mes de
julio, ni durante el mes de agosto.
Me hacen preguntas incomprensibles sobre
biseles, colocación de enchufes, ubicación de bajantes… Yo les remito a un planillo
en el que aparecen los detalles de la obra, el planillo lo ha hecho el hermano
de mi mujer, que se ha responsabilizado (gracias a dios y a sus habilidades) de
la gestión de este caos. Cuando termine todo habré de invitarle a cenar. Aunque
no haré efectiva la invitación hasta que no recuperemos el agua caliente porque
en las maniobras de montaje y desmontaje de la caldera han trastocado el agua
caliente y tenemos que ducharnos con el agua fría.
La cocina de casa, la originaria, estaba
sacada de uno de los primeros episodios del “Cuéntame”. Suelos de loseta oscura,
azulejos color beis ribeteados con motivos florales, encimeras de granito en
escamas con juego de tonos granate y negro, luces de neón en el techo, de esas
que parpadeaban hasta hipnotizarte. Cuando compramos la casa el dinero no
llegaba para reformar la cocina, tuvimos que asumir durante estos 10 años los
muebles de madera maciza que le daban a la cocina un aire absurdamente rural.
En este ambiente vintage (en realidad viejuno) se gestó el diletante en la
cocina.
Tengo la teoría que cuando un cocinero cambia
la cocina pierde, en parte, su alma. Cuesta un poco que una nueva cocina de
amolde, vaya tomando los olores y se adapte a las exigencias del cocinero.
Supongo que a mi me costará conseguir que la nueva cocina se impregne del
espíritu del diletante. Todo un reto, puede que se diluya el diletante y
aparezca un nuevo personaje, acorde con los nuevos tonos de los muebles –
blancos -, los suelos de baldosa hidráulica – imitando figuras antiguas de la
cerámica andaluza -, paredes de un blanco inmaculado, techos más altos con luces
led. Todo simetría, todo armonía. Me he salido con la mía y conseguiré tener
varias baldas en una esquina para poder ordenar la biblioteca de la cocina,
espero que quepan los casi 400 libros y las revistas.
De momento el que fuera mi territorio es lo
más parecido a un cuadro de Antoni Tapies, creo que Tapies se inspiró en las
zanjas, en las regatas, en las paredes de cemento sin fraguar para hacer parte
de sus obras.
Mientras llega el día en el que todo esté
terminado me siento como un cocinador descocinado, le pido a los amigos que me
inviten a su casa para poder preparar una tortilla de patatas. Voy mendigando
unos fogones en los que poder quitarme “el mono”.
Este fin de semana cocinaré fuera de casa, lo
haré para diez amigos, el sábado día piscinero, con los niños, al sol, cubo de
hielo con cervezas, fideuá con gambas, gazpachos a discreción… sin complicaciones.
Sin embargo, espero hacer un plato especial para los amigos, un pequeño reto.
Uno de mis amigos tiene una fábrica de foie en Girona, la prestigiosa Imperia
Foie Gras ( http://www.imperia.es). En la
web tiene algunas recetas preparadas por prestigiosos cocineros, yo quiero
sorprenderle con un platillo especial, es complicado porque el foie es un
producto delicado que puede malograrse si se manipula o mezcla con cualquier
otro ingrediente, por eso espero estar a la altura del producto.
Quería preparar una sopa de entier de foie
gras natural de pato.
La base de la sopa será una sopa de almendras
– no puedo hacer un ajoblanco porque el ajo se comería por completo el sabor
del foie, sustituiré el ajo por un combinado de especias a base de pimienta de Jamaica,
comino y nuez moscada -. Sobre la base de la crema especiada de almendras
pondré unos daditos de mango natural, unas pasas maceradas en oporto, unas cerezas
deshuesadas y heladas y unos daditos del entier. Si encuentro algunas flores
comestibles adornaré el plato con las flores.
Explicado así el plato puede parecer un
coctel infumable. El truco supongo que estará en las proporciones, cada ración
no debe llevar más que tres daditos de mango, tres pasas maceradas y dos
cerezas congeladas, cinco o seis dados de foie. Pare del éxito habrá de estar
en que el plato se sirva muy frío. Me comprometo a hacer fotos del proceso de
preparación y presentación del plato para colgarlas en el Instagram del
Diletante en la Cocina (Undiletante Enlacocina).
De momento he de conformarme con una de las
paredes de Tapies, que me recuerda que siguen las obras.
A descansar de cocina julio y agosto!dile a tu amigo Jordi que foie gras Imperial es extraordinario y lo conocí por patrocinar conciertos, es el que compró a mis invitados. Si, por favor, pública las fotos de tus platos!!!!!������
ResponderEliminarNo me explico que con una cocina en obras y una casa "de viaje" como diría nuestra querida Rafaela de tu habitación, te queden ganas de hacer "platitos delicados", te admiro. A mí por el contrario se me ha olvidado como son las cocinas pero comer bien es un placer de dioses. Jubi
ResponderEliminarTiene razón Jubi.
ResponderEliminarYo aprovecharía para descansar de cocina y salir a comer fuera, y tu vas pidiendo fogones para seguir cocinando...
Que Dile éste...!!!
El foie no es de mi agrado por mi repulsión con los crudos y texturas similares, pero el resto del plato está PARA COMÉRSELO!
Que tengáis muy buen verano.
Besos a todos