Hacer mal las cosas//Hacer las cosas mal.
Observo el cuadro de Hopper, se titula domingo, los personajes de Hopper tienen
el aspecto de haber hecho las cosas mal, en algún momento no hicieron las cosas
correctamente y se les ha quedado esos brazos caídos.
Los niños están tirando los primeros
petardos – noche de San Juan -, yo ya he preparado un salmorejo de melocotones
y una especie de chutney aprovechando unas ciruelas que se estaban poniendo
pochas. Yo voy dándole vueltas a la frase de “hacer mal las cosas//hacer las
cosas mal”, dándole vueltas a las razones de colocar el “mal” en una u otra
posición.
Hace unos días en una comida de trabajo una
chica a la que apenas conocía reprochaba que no habíamos hecho las cosas bien, que
se había sentido abandonada; tenía razón, he pasado cuatro años dándole vueltas
a mi mediocridad, mediocridad que trasegaba con la de los otros, convivir con
la mediocridad genera cierto ensimismamiento. Aquella chica, antes otro chico,
me había recordado que no estuvimos a la altura de lo que se esperaba de
nosotros, que no fuimos capaces de, cuando menos, acompañarlos.
Daba lo mismo que el congreso se cerrara
con un amplio apoyo a nuestra gestión, que todo fueran agradecimientos y parabienes.
Convertirnos en maestros de las palabras huecas, de las peleas sin sentido. En
definitiva hacer las cosas mal, hacer mal las cosas. Por eso cuando aquella
chica me recriminó esa sensación de desamparo bajé los brazos, como un
personaje de Hopper y dejé que se perdiera la mirada mientras rebañaba un
gazpacho de cerezas.
De regreso a casa revisé el correo
electrónico, había llegado un mensaje del Celler de Can Roca, me facilitaban la
receta de las cigalas al vapor de amontillado, el plato del que saqué la
emulsión de caldo de cigalas con las avellanas.
El mensaje lo firmaba Ignasi Baucells.
Reproduzco la receta literalmente, supongo que la receta permite hacer las
cosas bien:
CIGALA AL VAPOR DE AMONTILLADO
4 personas
COMPOSICIÓN
- Cigala
- Bisquet de Cigalas
- Aceite de Cigalas
- Emulsión de Caldo de
Cigalas
- Leche de Avellana
- Reducción de oloroso
abocado
- Vapor de manzanilla
pasada
Cigala
8 Cigalas Pequeñas
Separar la cabeza de las colas. Pelar las colas y reservar las
cabezas para otra elaboración.
Bisquet de Cigala Se
obtienen 2 Kg de caldo
200 g de cebolla
150 g de Tomate Rallado
50 g Amontillado
1 kg de Cabezas de Cigala
4 l de Agua
30 g de Aceite de Oliva Virgen Extra
En una olla dorar la cebolla cortada en mirepoix, añadir el tomate
rallado y sofreír el conjunto.
Incorporar las cabezas de cigala, rehogar a fuego fuerte, añadir el
amontillado y machacar las cabezas de las cigalas.
Añadir Agua y hervir 1 hora 30 minutos, triturar todo junto y colar
por super bag. Reducir a fuego suave hasta obtener 2 Kg. de Caldo
Aceite de Cigalas Se
obtienen 150 g de Aceite de Cigalas
250 g de Cigalas
150 g de Aceite de Girasol
Saltear en una sartén con un poco de aceite de Oliva las cigalas.
Cuando estén doradas, agregar el aceite de girasol y machacar un poco las colas
y las cabezas. Dejar confitar a 60º C durante 30 minutos. Colar por super bag y
reservar.
Emulsión de Caldo de Cigalas Se
obtienen 1 Litro de Emulsión Aproximadamente
1Kg de Caldo de Cigalas (Elab. Anterior)
2 gr. de Xantana
50 gr. de Aceite de Cigalas
c/n Sal
Emulsionar el caldo con la xantana durante 5 minutos hasta que esté
bien disuelta y haya texturizado el caldo. Añadir el aceite hasta emulsionar
con la ayuda de un túrmix.
Poner a punto de sal.
Leche de Avellana
1 Kg de Agua
200 gr de Avellana Cruda
50 gr de Avellana Tostada
100 gr de Aceite de Avellana
7 gr de Lecitina de Soja
Triturar la avellanas en thermomix, añadir el agua hirviendo y
triturar durante 10 minutos. Colar por Super bag.
Ligar los 500 gr de leche de avellana con 0.3 de Xantana y
emulsionar con 100 gr de aceite de Avellana. Agregar la lecitina, volver a
triturar y dejar reposar 15 minutos. Reservar.
Reducción de oloroso abocado se
obtienen 200 g
500 g de oloroso abocado
Colocar el oloroso abocado en el Rotaval y destilar a 45 °C de
temperatura de baño maría.
Recuperar la reducción y reservar.
Vapor de manzanilla pasada
150 g de manzanilla pasada
Reservar este vino para cocer la cigala al vapor delante del
comensal.
ACABADO Y MONTAJE DEL PLATO
4 piedras
Calentar las piedras a fuego vivo. Colocar una piedra muy caliente
en el fondo de un bol y disponer un tamiz encima, donde se ubicará la cola de
la cigala.
En una cuchara colocar una gota de la reducción de oloroso abocado.
Con la ayuda de un túrmix triturar la leche de avellana intentando formar aire
en la mezcla. Colocar la emulsión de caldo de cigalas en un vasito pequeño y
acabar con el aire de avellana por encima.
Una vez delante del comensal, dejar caer un poco de manzanilla
pasada sobre la piedra caliente, mantener tapado 20 segundos para que se genere
el vapor que perfume y cocine ligeramente la cola de la cigala.
El plato, probado ya en dos ocasiones,
sigue siendo fascinante, esconde muchos matices y la bocanada de jerez, que llega
con el plato en la mesa, puede hacer perder algunos recovecos del plato, como
el caldo de cigalas con avellanas.
Sobre la receta correcta – hacer bien -,
voy a adaptarla a las posibilidades de la cocina del diletante – puede que
hacer mal -.
Bisquet de Cigala Se
obtienen 2 Kg de caldo
200 g de cebolla
150 g de Tomate Rallado
50 g Amontillado
1 kg de Cabezas de Cigala
4 l de Agua
30 g de Aceite de Oliva Virgen Extra.
Es importante elegir bien las cigalas,
sobre todo han de ser frescas, no muy grandes. Reduciré las proporciones
utilizando un kilo de cigalas, lo que me dará poco más de 250 gramos entre
cabezas y cáscaras.
Pelaré en crudo las cigalas, reservando los
cuerpos en un tupper, las cabezas y las cáscaras las pasaré por la sartén con
un chorrito de aceite de oliva y un vasito de whisky.
Necesitaré menos agua, puede que con dos
litros sea suficiente. La cocción suave, una hora y media, para después colarlo
y reservarlo.
El aceite de cigalas lo haré conforme marca
la receta originaria, aunque no pueda colarlo con un superbag.
Para la emulsión de caldo de cigalas
eliminaré la Xantana, que no hace sino espesar un poco el caldo. En mi caso no
necesito para nada que la emulsión quede gelatinosa.
Lo de la leche de avellana es más complicado,
de la receta originaria elimino la xantana – no necesito que espese – y la
lecitina – que le daría consistencia a la lecha para que aguante la espuma. En
mi receta intentaré que sea más sencillo, bastará con poner 200 gramos de
avellana cruda y 50 de avellana tostada en el thermomix, añadiendo poco a poco
aceite de girasol y terminando de mezclarlo con agua mineral, utilizaré solo un
cuarto de litro porque quiero que quede espesa.
Yo haré solo el caldo/emulsión de cigalas y
añadiré las cigalas que reservé troceadas, puede que con unos currusquillos de
pan. Como no pretendo hacer espuma de avellanas lo que haré será colocar en el
cuenco en el que sirva el caldo de cigalas una cucharada generosa de la pasta
de avellanas.
Puede que mi receta sea una
pequeña traición de la receta original. A base de estas recetas iré diluyendo
el mal sabor de boca de estos últimos años.
Me hubiera gustado mucho haber podido oir a quien os recriminaba el no haber hecho nada pero con la "caspa" que hay, no podíais haberlo hecho mejor, hay algunos que son "material de deshecho", pero bueno, ese plato de cigalas quita cualquier mal sabor. Hace dos años estuve celebrando esta noche de San Juan entre vosotros y me he entretenido en ver los manjares que había en la mesa, los niños, los petardos, los farolillos y Rex en medio de todos. Mi recuerdo en estos momentos. Jubi
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