FENOMENOLOGÍA DE LA ALCACHOFA.-
Edmund Husserl es el fundador de la
fenomenología trascendental, que es ante todo un proyecto de renovar a la
filosofía para hacer de ella una ciencia estricta y una empresa colectiva. Como
forma de entender la filosofía, la fenomenología asume la tarea de describir el
sentido que el mundo tiene para nosotros antes de todo filosofar. Para cumplir
con esta tarea parte de un método y de un programa de investigaciones. En lo
que se refiere al método, se vale de la reducción eidética, la reducción
trascendental y el análisis intencional para explicitar el sentido del mundo en
tanto que mundo (o del ser en tanto que ser) y de las cosas en él, así como
para exponer las leyes esenciales inherentes a nuestra consciencia del mismo.
La fenomenología se configura, así, como una
metodología, una manera de enfrentarse a la realidad. En can Cufa decidieron
hacer fenomenología con una alcachofa y nos prepararon un menú que giraba alrededor
de la alcachofa. Les tocaba a los Coll, que parece .
Antes de entrar con el menú debo advertir que
nunca tuve una buena relación con las alcachofas, pero, con la edad, he ido
aceptando la alcachofa y sus beldades. Recuerdo hace muchos años, en la Estrella
de Plata, un aperitivo hecho con un corazón de alcachofa que llevaba un huevo
de codorniz y unas huevas de caviar negro. Allí fue donde empecé a darme cuenta
de que mis problemas con las alcachofas debía resolverlos de inmediato.
En Cataluña suelen preparar las alcachofas a la
brasa, colocándolas directamente sobre las llamas. Los franceses prefieren
blanquearlas sumergiéndolas unos minutos en agua hirviendo con sal. Una vez
blanqueadas suelen guisarlas rellenas.
No hay muchos cuadros con alcachofas en la
pintura española, sin embargo, en la pintura centroeuropea del siglo XVII es
habitual ver alcachofas en naturalezas muertas de Kessel, Osias Beert, Van
Utrecht o Clara Peeters. He preferido un pintor más moderno, Alfred Maurer,
influenciado por todos los Ismos de principios del siglo XX. Maurer pintó una
naturaleza muerta con alcachofas.
Nuestros anfitriones nos recibieron con una
poesía de Neruda, la Oda a la Alcachofa: La
alcachofa de tierno corazón se vistió de guerrero, erecta, construyó una
pequeña cúpula, se mantuvo impermeable bajo sus escamas…
De aperitivo nos pusieron un licor de alcachofa,
el Cynar, una bebida que yo tenía anclada en mi memoria infantil. Nos la prepararon
fría, en julepe.
Estos eran los platos del menú:
Crema de alcachofa y puerros
Chips de alcachofa
Cazuelita de sepionets y alcachofas
Canelón de alcachofas y jamón a la crema de
Taleggio
Terrina de pies de cerdo y alcachofas con
escarola
Timbal de conejo y alcachofas confitado al
romero con puré de patatas
Crema de limón
Panellets de alcachofa (El cortijo)
Como la alcachofa machaca cualquier maridaje
con vino, la comida la empezamos con el julepe de Cynar y la seguimos con
cervezas artesanas que fueron subiendo en grado y en intensidad, terminamos con
una cerveza negra que era puro regaliz.
Ni qué decir tiene que, para un agnóstico de
la alcachofa como yo, cada platillo que fuimos tomando muy convirtió a la nueva
fe.
De entre todos los platos la terrina de pies
de cerdo y alcachofas fue la receta que me llamó la atención.
Esta es la receta que me ha pasado Gloria:
Ingredientes:
1 higadito de pollo
100gr de jamón no muy curado
500grs pies de cerdo ya cocidos
500grs alcachofas
4 puerros
3 zanahorias
Aparte, un paquete de hierbas para el caldo
con un poco de col.
1 o 2 carcasas de pollo
100 dl de crema de leche espesa (President o
similar)
2 hojas de gelatina
Sal y Pimienta.
Chorrito de brandy
Los platos con fundamento se empiezan a hacer
la víspera. El día de antes hay que preparar un caldo con las carcasas y las
hierbas del caldo – yo suelo limpiar bien las carcasas para que no amarguen el
caldo -. A media cocción añadir las verduras "nobles" (alcachofas, 3
zanahorias y 4 puerros) para que no se te deshagan. 10 min antes de apagar el
caldo, añadir los pies de cerdo y el jamón. (Saltándome las indicaciones de
Gloria diré que yo rehogaría primero con un poco de mantequilla el jamón y las
carcasas, una vez que hayan sudado un poco añadiría las verduras para hacer el
caldo).
Por otro lado, dorar el higadito y rociarlo
con un poco de brandy. Que reduzca.
Escurrir las verduras "nobles" y la
carne del caldo.
Cuando los pies de cerdo estén fríos, se
deshuesan y desmenuzan, cuidando que no queden trozos de huesos. Se mezclan con
el jamón, cortado también en dados pequeños.
Triturar las verduras con la minipimer (un
poco del col también!!!!!), pero levemente, que queden trocitos.
Todo esto puede reposar 24 horas, en un
lugar, frescos, no necesariamente en la nevera.
Al día siguiente se poner todos los
ingredientes en un bol. Mezclar con el hígado desmenuzado, el resto de brandy y
la nata. Que se integre todo.
Aparte, habremos remojado dos hojas de
gelatina en un poco de caldo. Las añadimos también a la mezcla, bien
escurridas. (La receta podría hacerse sin gelatina porque los pies de cerdo ya
desprenden gelatina suficiente).
Engrasamos y forramos un molde de plumcake
(era de30cm) con papel film, y rellenamos con la mezcla. Apretamos y cerramos
herméticamente. Dejamos enfriar y lo ponemos en la nevera 24 horas como mínimo.
Para asegurar, media hora antes de servirlo,
lo puedes poner en el congelador para poderlo desmoldar y cortar sin problemas.
En definitiva, la terrina de alcachofas y
pies de cerdo es de las que hace llorar.
Aquí las alcachofas las comemos con excesiva frecuencia, en cualquier guiso te encuentras con ellas, con suerte puede tocarte el corazón pero otras va acompañado de las "barbas" que tenemos que quitar ya que es una zona muy tiesa. El cuadro me han gustado otros más, pero es el que "pegaba". Jubi
ResponderEliminarMe encanta las alcachofas de cualquier forma. Evitaré los higaditos ...pufff.
ResponderEliminarLSC