Hemos enganchado unas semanas de sol y de
calor, parece que dejemos atrás el invierno; sin despreciar los meses fríos lo
cierto es que a medida que se alargan los días y empieza a gobernar el sol parece
que el espíritu se venga para arriba.
Creo que he dado con una receta que conecta
perfectamente con el espíritu preprimaveral, una caponata siciliana, un guiso
de berenjenas al que no le van mal unas tajadas de atún.
Para la caponata se necesitan un par de
berenjenas hermosas, tersas y brillantes. Se cortan por la mitad, cada mitad en
dos mitades más y los trozos resultantes en tres trozos, conviene dejarlas un
rato en agua con un chorro con limón. Se escurren salpimentan antes de sofreírlas.
Se pone aceite de oliva en una sartén, un
chorro generoso ya que la berenjena absorbe mucho aceite, se deja calentar a
fuego vivo, sin dejar que humee; cuando esté caliente se añaden las berenjenas con
una cucharada de orégano seco. Removiendo suavemente se rehogan durante 4 ó 5
minutos.
Cuando la berenjena esté dorada se
incorpora al guiso una cebolla de las moradas pelada y picada, dos dientes de
ajo pelado y laminado y los tallos picados de un manojo de perejil – las hojas
se añaden a parte.
Se dejan cociendo un par de minutos a fuego
suave para que la verdura sude bien.
Cuando la cebolla quede trasparente se ponen una cucharada sopera de alcaparras,
otra cucharada sopera de aceitunas verdes o negras sin hueso; si gusta el
vinagre se le puede añadir un chorro de aceite aunque para mi gusto los
encurtidos tienen ya vinagre suficiente.
Cuando se haya reducido agüilla de los
encurtidos y el vinagre se trocean y añaden cinco tomates rojos muy maduros –
ahora están bien de precio los cor de bou -; se dejan rehogando durante un
cuarto de hora, removiendo con cuidado con un cucharón de madera.
En el momento final, antes de llevar la
caponata a la mesa, se pican las hojas de perejil del manojo del que ya hemos
usado los tallos, un puñado de almendra picada o laminada y un chorro de aceite
crudo.
Al principio pensaba que al plato le iría
bien una tajada de atún pero, viendo y oliendo el plato, creo que le pegan
mucho más unas anchoas en salazón, anchoas hermosas, de Santoña.
La receta la he tomado prestada de Jamie
Oliver.
El cuadro que acompaña a esta entrada es
una evocación del que podría ser el taller de Matisse en Colliure, tomada prestada de un blog - http://elrincondemisdesvarios.blogspot.com.es/2011/10/estudio-de-pintores.html.
Por los "madriles" también tenemos una preciosa primavera, ya podemos ir arrinconando trapos mi despertar es pensar que "ya queda un día menos para el verano", aquí se rien por las mañanas pues esperando al desayuno ya me dicen mi frase mañanera aunque no me comprenden pero las hace gracia que en lugar de buenos días me repitan mi frase. Ya me he dado mi paseíto por Princesa y vengo renovada. Estupendo plato y preciosísimo cuadro. Jubi
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