domingo, 10 de julio de 2011

CAP.XXXII.- Elogio - moderado - a la resaca pese a las moscas de Flegel.

El viernes por la noche vinieron unos amigos a cenar. Comimos, bebimos y reimos sin mesura. Tras una noche tan divertida es complicado poder parar la vida a la mañana siguiente, por lo menos en mi caso; así el sábado poco antes de las siete de la mañana se nos coló un niño en la cama - poco más de dos años, un golfillo -, el otro a las siete y cuarto quería ver dibujos animados y tomarse su leche con chocolate.
Si no fuera por las resacas viviríamos en un estado de celebración permanente lo que haría que se perdiera el encanto de la excepcionalidad de un convite. Las resacas y el cacharrerío a medio recoger los los vestigios que dejan esas noches de celebración, rastros de los platos vacíos, de las botellas con los últimos culines ya en fermentación, bombones y mendrugos de pan. A mi me gusta desayunar los trozos finales de queso, la ùltima porción de un bizcocho salado, una gamba despistada en la sartén. El desayuno de restos va inevitablemente acompañado de mucho café y de analgésicos.
La resaca obliga a hacer todo muy despacio, se ralentiza la vida, cuesta mucho que las instrucciones lleguen del castigado cerebro a las extremidades y una faulkneriana voz interior te exige que no te pongas de mal humor con quienes nada tienen que ver con tu momentánea ruina. Los niños exigen ir a la playa y así ha de ser.
La resaca tiene un elemento de introspección que permite reordenar moralmente tu existencia, te comprometes a no volver a comprar grappa, ni orujo, que te sientan fatal, revisas el menú localizando esos fallos en los guisos que sólo yo conozco. Estoy convencido de que las resacas terminan por reforzarte moralmente pero tienen el problema de que cualquier pensamiento por noble que sea está lleno de moscas, como los cuadros de Georg Flegel.
Puede que visto en su conjunto este cuadro barroco no moleste pero al detalle las moscas, los insectos, son muy inquietantes.
Como lo prometido es deuda colgaré el menú de la cena del viernes.
De aperitivo puse unas almendras marconas acabadas de freir con jamón de jabugo y esponjoso salado, un brioche con taquitos de jamón, pistachos y aceitunas negras.
Como entrante había hecho un ajoblanco adornado con fresitas y una gota de aceite de oliva virgen.
Como primeros platos preparé un falso tartar de tomates - cortesía de El Bulli, de quienes robé la receta -, como a una de las comensales no le gusta la carne roja lo anuncié y presenté como "trampojo de tartar".
También como primero preparé un poco de brandada en homenaje a Ducasse, montada sobre un medallón de patata hervida con un huevo de codorniz pochado.
Para transitar de los primeros a los platos principales arreglé la pulpa de una naranja torres con un lomo de salmón ahumado y algo de olivada por encima.
Los platos de fuerza fueron unas gambas de palamón cocinadas al modo de Castelmare dil Golfo - una salsa de estragón y albahaca que saqué de un libro de cocina de la Mafia siciliada -, de guarnición a las gambas (peladas y poco hechas) preparé un falso risotto con puntas de espárrago verde y boletus desecados.
El segundo plato de fuerza fue una royale de perdiz en escabeche complementada con un medallón de foie y zanahorias acompañada de una torrija salada y ensalada de rucula.
El postre fue una torrija dulce con helados de leche merengada o chocolate (los helados no los hice yo).
Para acabar el vino saqué tres quesos: Una cuña de majorero canario, un poco de brie trufado y un asturiano azul muy delicado ya que no encontré stilton en la tienda. El queso estaba tan rico que tuvimos que abrir otra botella de vino.
Con los primeros abrí un Limusin de Marqués de Riscal, el resto de la comida se llevó por delante un Alión, un Marqués de Chirel y un Malbec argentino exquisito que trajeron los invitados. A los postres descorchamos un poco de champán, resto de las navidades.- Es comprensible pués la resaca tan noble como los vinos y licores que cayeron a lo largo de las más de seis horas de celebración.


4 comentarios:

  1. Corroboro que la cena fue magnífica y la resaca del día siguiente también.

    Aún recuerdo los días en que no sentías las resacas y no te impedían hacer vida normal, incluso trabajar “de empalmada”, como decía una amiga mía del alma y de trasnochadas.

    Volviendo al tema, la cena y la bebida estuvieron a la altura de los grandes chefs, someliers y restaurantes.

    No conocía directamente el cocinar del diletante pero estuvo a la altura de mis expectativas.

    Como comensal destaco:

    1º El Ajoblanco. Estaba estupendo, no demasiado frio y con una textura especial que me confesó daban las almendras molidas.

    2º El tartar de tomate. Espectacular. Lo preparó en la mesa delante de todos. Tenía el color y la consistencia de un tartar de carne pero como el diletante conoce de mi repulsa a la carne roja tuvo el detalle de modificarlo optando por un tomate fantástico que no recuerdo que nombre tenía.

    3º El faso rissotto. Buenísimo. Era de trigo pero increíble de sabor. Repetí. Con lo que a mí me gustan los arroces….

    4º La bebida. Los vinos estupendos y los gintonics también. El diletante es un sibarita y la ginebra y la tónica eran de una determinada marca, que tampoco recuerdo.

    En el tema de las copas la señora de diletante también tuvo que ver. Mi amiga es un crack en muchos aspectos y el de abrir la tónica clavando un cuchillo en la tapa fue un descubrimiento y un espectáculo.

    O sea que como es lógico resaca impresionante y como dice Pito, un buen amigo, al día siguiente la receta es “agua, siesta y sexo”.

    Yo utilicé los dos primeros ingredientes pero el que me puede facilitar el último está a 500 km de aquí. Tendré que tomar medidas………:-(


    Gracias a diletante y señora por una velada estupenda :-)

    Maribel

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  2. Diletante diletante ¿qué le das? Me he kedao más con el comentario que con la pantagruélica cena que, espero en dosis moderadas, gozásteis todos. Esto del tamaño de las raciones es opinable. Yo prefiero poco y variado, siempre que no se escatime con el vino. Percibo que eres del mismo parecer, así que empiezo a creer que somos almas gemelas, después de tu entrada en el Bulli y las siguientes. 7

    Pero volviendo a Maribel, y a "tu señora", y cuando menos a dos ninios, por los datos que das, y al tal "Pito", supongo que de sexo masculino, la noto encantada. Cómo me gusta que los invitados agasajen a sus anfitriones. Nada paga mejor los desvelos que supone idear un menú coherente, el esfuerzo de acopiar los ingredientes, el amor puesto al elaborar los platillos, que un reconocimiento explícito por el placer recibido.

    Maribel, recorre esos 500 kms con la resaca viva y el buen sabor de esa cena, y cúlminala con quien sea con todo el sexo que puedas. Y luego dale las gracias a nuestro buen amigo, el diletante

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  3. Bueno .. después de semejantes comentarios quasi-cervantinos.. ésta humilde comensal de la cena, en nombre y representación propio y de su consorte, dice que fue la cena más deliciosa jamás probada, GRACIAS..
    - por taaanto trabajo y elaboración
    -.. clase, calidad y show-cooking (la tartara fue en "diressssto" .. con todos los instrumentos en la mesa y claro.. yo (fan de Frudesa) anonadada.. ojos plato y boca imposible de encajar !!
    - ambiente, estupendo!! fuera corbatas y togas una tribu de lo más variopinta e interesante.. amigos de los "guenos" reir.. muchísimoooo ..beber.. más si cabe pero claro con tanto champange francés, gin-tónics de sabor a abedul y vinos de esos que te despiertan todos los placeres nada más olerlos.. la resaca es más llevadera.. resaca "fisna" jeje
    - risas también por los excelentes gustos musicales de mi amiga la "BarWoman" y la resignación del Xef cuando nos puso su Señora a Carlos Baute :-) y explicó que nada que ver con "Scorpions, Bowie, Dire o U2".. jejeje

    Reitero lo dicho, la velada se resume en una palabra: SUBLIME..

    Graciassss

    Ah! y para mi Martita, otra palabra: SUERTUDA!!

    Otrosí Ah! para Maribel.. jejeje siiiiii la receta del día siguiente de "agua etc" al dedillo, es lo suyo.

    Besos.. empezaré un par de masters en el Bulli para devolver la invitación.. me tiembla todo de pensar en mis recetas frudesa :-(

    CARMELA

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  4. Ahi va la tercera invitada, las excelencias culinarias podeis imaginarlas, no hay más que dar lectura al menú que en el propio estilo de dilentante enumera con sencillez, quitando importancia a la enorme elaboración que conlleva y sin aspaviento alguno sobre su resultado, al contrario incluso nos descubre que hubo algún error que por supuesto no advertimos, al menos yo ni mi partenaire.
    El ambiente rezumaba ilusión tanto de los que fuimos agasajados como de los propios anfitriones, qué enormes ganas de pasarlo bien todos, qué forma de disfrutar en compañía de buena gente, de buenos caldos, de buenas copas, de buenos manjares, de buenos champagnes, sí el de James Bond entre otros, de anecdótas en cuanto a los platos que nos eran ofrecidos, que buena música, si señor también RAFAELA CARRÁ tuvo sus minutos de gloria animando la fiesta, y recordándonos que para hacer bien el amor hay que venir al sur, eso sí cada uno escoge el sur al que acudir, el de su ciudad, su país, su playa favorita, su casa que sé yo cualquier sur es bueno para este menester
    Cuántas risas, y cuantas horas que parecieron minutos pues cuando uno disfruta el tiempo no se detiene y al recoger, y me refiero al despedirnos, pues recoger no recogimos nada y allí quedó esa batalla campal en que se convierte una mesa después de un montón de horas de cena,juerga, risas, bebidas, cantos, bailes que nos impedían encontrar el momento de retirarnos y romper ese estupendo ambiente conseguido, pues eso al recoger hasta esa sonrisa que te queda después de una inolvidable velada era difícil de recoger, me acosté FELIZ y aun ahora recordando esa noche se me relaja la expresión, surge una tenue sonrisa, mi cara denota alegría.
    Los dos os damos las GRACIAS Marta y diletante por ser excelentes entre otras muchas cosas, anfitriones

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