lunes, 30 de septiembre de 2013

CAP.CCLXXXII.- buscando higaditos de pollo he terminado preparando un paté de pato. A ver qué sale.


Pensaba que la tarea de hoy sería fácil, sólo tenía que encontrar higaditos de pollo. Tenía claro que no los encontraría en el supermercado, por lo que he ido directamente a la pollería – los aviram catalanes -.

Sorpresa por sorpresa. Yo he cogido número en la pollería y he pedido cuarto de kilo de higaditos de pollo. La dependiente ha puesto cara extraña:¿Higaditos?

Sí.Higaditos.

Pues no tenemos higaditos.

¿Pero tendrán?

Nunca los hemos tenido.

Era curioso porque en el mostrador había cerca de un centenar de muslos de pollo, otras tantas pechugas, por lo que lo razonable es que guardaran en un cubo decenas de higaditos de los pollos despiezados; sin embargo la dependienta parecía no saber que los pollos tenían vísceras y que, además, se vendían.

Frustrado, le he pedido disculpas a la pollera, he pensado que los pollos que tenía troceados en el mostrador eran mutantes y que o bien los criaban sin vísceras, o bien las vísceras las emplean para otros menesteres.

Sin higaditos de pollo me resultaría imposible abordar la receta que había pensado para una cena este fin de semana.

Pensé que mi frustración sería transitoria y que en la carnicería de al lado de casa me conseguirían los higaditos; mi sorpresa ha sido que para hoy imposible y que, en el mejor de los casos me recopilarían los hígados de los pollos que vendieran durante la semana para asar – los troceados vienen troceados del matadero – y aducía razones sanitarias para no poder pedirme los hígados al matadero; de hecho los que me pudiera facilitar los conseguiría de modo clandestino.

Por lo tanto mi paté de higaditos de pollo con aroma de Pedro Ximenez quedaba suspendido de un hilo.

Como la receta era de las de thermomix al fallar uno de los ingredientes se me descarajó todo el ritual.

Mi sorpresa continua cuando veo me resulta mucho más fácil conseguir hígado de pato de pollo, con los riesgos de un hígado mucho más graso y, por lo tanto, mucho más fácil de deshacerse en el guiso.

Al final he comprado hígado de pato y me he puesto a reinterpretar la receta. La llevo a mediohacer y hasta el jueves/viernes no habré salido de dudas.

La receta finalmente la he hecho sin thermomix.

Primero he comprado 200 gramos de pechuga de pollo sin piel ni huesos. La he troceado y la he pasado por una sartén honda con un vaso colmado de vino fino – la Guita -, una hoja de laurel y dos granos de pimienta.

Cuando el vino ha empezado a hervir he ido removiendo el pollo para que absorbiera bien el vino. Justo cuando lo ha absorbido casi todo he añadido los trozos de hígado de pato y he seguido removiendo. Enseguida han empezado a deshacerse y a mezclarse con el pollo.

Cuando el hígado estaba bien mezclado con los trozos de pollo he apagado el fuego y he pasado la mezcla a un vaso de batidora. Le he dado un par de viajes de batidora para terminar de deshacer la carne y el hígado. Un poco de sal, un poco de pimienta blanca picada, una copita de oloroso – Pedro Ximenez – y una pastilla de mantequilla (250 gramos); que terminado de deshacer en la mezcla.

He volcado la pasta resultante en un molde de silicona recubierto con papel film y ahora está enfriando sobre el mármol de la cocina.

Cuando termine de enfriar lo meteré en la nevera para que termine de cuajar y el miércoles espero probar el invento.

Si queda presentable habrá que congelarlo para sacar unas lascas de paté y servirlas en tostada con una reducción de Pedro Ximenez.

He renunciado a los higaditos de pollo pero no al pollo, aquí tengo uno pintado por Goya y escondido en la pinacoteca de Munich.
 

No sé si los alemanes tendrán algo que ver con la desaparición de los menudillos del pollo.

3 comentarios:

  1. ¡Cómo cambian los tiempos¡¡ Hace añooooooss se vendían mucho en casquerías y se hacían encebollados. El hígado me ha gustado de todas maneras y crudo lo he comido mucho, con gran horror de quien me lo veía comer pues para mí es un manjar, pero hace años que no he tenido ocasión de probarlo, hasta el aceite de hígado de bacalao me gustaba. Rarita que soy. Pero a lo que vamos, ese paté que nos presentas tiene que estar perfecto. Jubi

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  2. Después de muchos dias sin ponerme al corriente de tus entradas, entre las vacaciones y la rentrée, acabo de leer todo lo que has publicado en el verano y principios de otoño. En primer lugar, lo más importante, felicitarte por tu cumpleaños, te deseo lo mejor. En segundo lugar, los higaditos de pollo los encontrarás mejor en los supermercados que en las pollerías. En el Mercadona los venden en unas cajitas junto con corazones de pollo. En algún supermercado los encuentras solos, también envasados en cajitas. En las carnicerías árabes, también los puedes encontrar, al peso, pero no siempre, pero seguro que por encargo te los traen, y suelen ser más grandes, como de pollo de corral. Yo también hago una receta de paté con la thermomix y los suelo comprar, y queda muy rico. Ya dirás que tal sale el tuyo. Abrazos.
    Mari Carmen

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  3. Diosssss.......... Jubi !! higado crudooooo !!!!!!!!!

    Tenemos que tener una conversación tu y yo............


    :-)

    Dile, has de contarnos la cena del sábado y yo contaré el evento del martes. Como tu road manager.

    LSC

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